Los americanos tienen tanta conciencia de su destino en lo universal que con bastante frecuencia, al doblar la esquina de cualquier día, se encuentran con un «defining moment in history». Me dan envidia. La elección de Barack Obama como candidato tiene un aroma a trascendencia que nos llega potenciado por lo dilatado del proceso, por el «ya era hora».
Está por ver que gane el premio gordo que se sortea el primer martes después del primer lunes. Está por demostrar que, en caso de ganarlo, tanto follón haya merecido la pena. En fin, todo está por ver y demostrar. De momento, los periódicos han llevado hoy al quiosco portadas que huelen a historia.
Sólo los ingleses son tan aguafiestas como para poner el acento en la candidata perdedora.
comentarios (4)
Coño, ese titular de The Guardian… duele mirarlo, y ni hablar de leerlo.
Pero el retrato de la Clinton no tiene precio.
Y todo para que luego llegue Gore Vidal y diga que se lo van a cargar…
Bueno… Si se lo cargaran –Dios no lo quiera– no llegaría a ser presidente, pero entraría derechito en la historia. Perdón, en la Historia.
yo que vivo en China apoyo a McCain, pues los demócratas son más radicalmente antichinos que los republicanos. Si queremos tener una China en paz, y yo lo quiero egoístamente, prefiero a los conservadores.
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