Si me encargaran el rediseño de un periódico económico… no sé, igual es una manía mía… una de mis primeras decisiones gráficas sería elegir una tipografía que distinguiera mi producto de la competencia. El rediseño de Expansión, el económico más vendido y más leído de España, ha optado precisamente por todo lo contrario. ¿Que El Economista, el novato, ha recibido muchos premios por su diseño? Ea, cojamos su tipografía, algunos de sus recursos gráficos y pergeñemos nuestra nueva maqueta.

Así, la Mercury (que es una magnífica familia de letras, quizá sobreutilizada) es la nueva tipografía de Expansión, que lanzó ayer martes su nueva fórmula editorial. Se une así a El Economista y La Vanguardia en la serie de diarios nacionales recientemente diseñados que han tenido el mismo impulso tipográfico.

Los logros: un logo nuevo y mejor, un discurso tipográfico más moderno y coherente, cabeceras monas, toquecitos de color, y una ausencia casi total de filetes que demuestra que no son imprescindibles para ordenar una página de periódico.

También hay cosas que no entiendo. La tipografía de palo, por ejemplo, es insípida y tiene una legiblidad, digamos, poco legible. Los toquecitos de color son, eso, toquecitos: casi inexistentes. Las páginas de bolsa son caóticas, casi cutres. Todas las fotos se publican en blanco y negro, y me escandaliza que a estas alturas de la película siga asociándose el color con la ligereza, y las fotos grises con el rigor periodístico.

En general, y eso es lo peor, el diseño de Expansión adolece de una falta de carácter impropia de un periódico de su categoría. La maqueta anterior era un horror cuyo exilio del quiosco no puedo por menos que aplaudir. Pero que el nuevo Expansión esté mejor no significa necesariamente que esté bien.