De los dos lanzamientos en España de cabeceras americanas clásicas anunciados para los próximos meses (Vanity Fair y Esquire), es la segunda la que se está adelantando mucho, mucho. Tanto, que ya hay portada y fecha oficial: el 20 de septiembre. La portada está ya circulando por blogs y medios, como creando momentum.
Sólo dos salvedades: siempre me enseñaron que no es bueno enseñar a la gente una revista, promocionarla, pero sin que esté inmediatamente en el quiosco. Genera una expectación frustrada. A mí, y a mucha gente, nos están entrando ganas de comprarla… pero probablemente se nos hayan pasado cuando ya por fin la tengamos a nuestro alcance.
Y la segunda: la portada se me queda corta. Me recuerda a las del Metrópoli de Rodrigo Sánchez: multi-híper-premiadas, diseñiles, impactantes… Pero que, en realidad, no tienen que competir en quiosco porque se venden, cual canguro chiquitín, en el marsupio del periódico. Otra posibilidad es que esta portada sea una versión promo, un teaser trailer. Ya veremos.
[Por otro lado, Vanity Fair tiene problemas de éxito en Alemania. Perdón, de falta de éxito. Lo dice Der Spiegel: A Disappointing Launch for Condé Nast in Germany ¿Afectará a la decisión de lanzar la cabecera aquí?]
comentarios (4)
Pero es que yo me acabo de comprar el Esquire inglés, y también han cambiado el diseño y la estructura interior. Eso sí, la portada (Michelle Pfeiffer) sigue muy en su línea (en su línea de los últimos años, quiero decir) y desde luego no se parece en nadaa esta que, como tú dices, huele a Metropolis que tira para atrás.
El inglés ahora está dirigido por el ex editor (y por el ex director de arte) de WallPaper*, y se les nota un poco que son muy modernitos, ellos. Tengo pendiente escanear (y publicar) algunas de las páginas de este nuevo Esquire british: es tan soso que resulta atractivo, y lo más destacado que tiene es que la sección de críticas va en un papel casi reciclado, mate, tipo Monocle.
Lo de «huele a Metrópolis que tira para atrás»… Hombre, tanto como «tirar para atrás»… Decepcionante, un poco.
Aunque el que yo prefiero, ése sí que sí, es el Esquire americano, que resulta un derroche de creatividad (y medios, muchos medios).
Lo de «tira para atrás» es una manera de hablar, hombre, no tiene (al menos por mi parte) intención peyorativa.
Lo que pasa es que el Esquire americano es casi imposible de encontrar en Europa; sólo el inglés, igual que pasa con Vanity Fair.
Por cierto, la edición española de VF no se va a parecer en nada a la original; van a convertirla -hasta donde yo sé- enrevista femenina(¡otra!) con mucha foto y mucho glamú, y ni rastro de los textos políticos o de sus reportajes de investigación. Me temo lo peor.
En realidad sí tira para atrás. No sé si a mí me saldría una portada mejor pero me parece una mala portada. Estas cosas pasan.
trackbacks