Liberation portada

Libération
[wiki]es un periódico que acostumbra a adelantarse a su tiempo en contenidos y recursos gráficos. Normalmente la jugada le sale mal, y desde hace unos cuantos años el diario arrastra una degradación financiera, y de circulación, contra la que el último rediseño, estrenado ayer lunes 15, quiere combatir.

El Libé lleva años aplicando a su diseño, a su manera de hacer periódicos, modos arrevistados. Ya era un hábito consolidado hace quince años, que es cuando yo tuve, por primera vez, un ejemplar.

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En 1994, Libé incrementó su número de páginas y su formato, y lanzó uno diseños de periódico que más me han impresionado: moderno, de una elegancia maravillosa. Querían hacer un periódico total, incluso un periódico zapping con portadillas, multitud de entradas a la información… Pero yo debí de ser el único impresionado, porque el negocio fue mal, y al poco tuvieron que retroceder en páginas, y retocar el diseño.

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De ahí, hasta 2003, en que Mario García pergeñó el penúltimo Libé, hubo muchos retoques. Siempre con recursos inéditas en el mundo de la prensa diaria, tipografías casi extravagantes como la Matrix Script, y así…

Hasta ahora. El nuevo diseño es del estudio Rampazzo, desde donde presumen de una maqueta «más elegante y legible». Bueno, puede. Pero a mí los valores que me han llamado la atención de este rediseño (hay páginas en el blog de Rampazzo [aquí] y en Maquetadores [aquí]) tienen más que ver con dos factores a imitar:

a) Es un diseño que tira, y mucho, hacia el mundo de las revistas. El diseño de algunas páginas tiene códigos (capitulares, cintillos, lutos, flechas…) que cuadrarían perfectamente en papel satinado, en un semanal. Los recursos de maqueta son abundantes y están muy presentes: las páginas tienen una fuerte presencia del diseñador. Los blancos resultan incluso exagerados, para lo que es la prensa diaria. Los títulos cortos y de impacto…

b) Hay un verdadero intento de construir el periódico de manera diferente: un primer bloque con el tema de portada, otro con ‘El tema del día’ o ‘la persona del día’; una doble página gráfica (a la manera del Eyewithess de The Guardian); la sección de feed-back tiene tanta entidad que adquiere el nombre de ‘El contra-periódico’; un ‘Making-of’ para contar como se cuece la información, la sección de opinión va al final, hay incluso Confidenciales repartidos por las secciones…

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En fin… El resultado final no me parece perfecto (me chirrían algunos recursos, poco sutiles, y la tipografía elegida para vertebrar el periódico, Soho, está demasiado presente), pero el re-imaginado Libé presenta un diseño realmente diferente, que suena realmente a nuevo. Una apuesta, parece que sincera, por abrir caminos inéditos en el diseño de prensa diaria.