O sea, sin forma.

Recuerdo una época más inocente y feliz en la que Moncloa convocó un concurso para establecer el logotipo «Gobierno de España». Qué tiempos aquellos…

Luego la cosa se reveló como la chapuza que había sido desde un principio, y cayó en el olvido. Que tampoco es plan ponerse a cambiar la imagen de la administración en plenas elecciones.

Pero, ¿a qué viene recordar esto? Pues a que el Gobierno ha editado un bonito Balance de Legislatura, que distribuye graciosamente a través de su web. Y ese balance… bueno, no sé… Con el contenido no me meto pero… Es feo, gráficamente chapucero de narices.

Balance de Legislatura

Lo mismo es que estos informes se hacen para consumo interno, lo que sería estúpido. Igual se hacen con la filosofía de «esto es sólo para los allegados y la prensa». Lo que sería anticuado. Internet hace que la distribución sea, al menos en potencia, universal. Y algo «universal» merece un tratamiento que supere la indigencia gráfica que, aunque sea tapándonos la nariz, pudiéramos perdonar a un documento «de trabajo».

En definitiva, mi recomendación a quien corresponda: querido amigo, contrate un diseñador gráfico apañao, porque la imagen de lo que usted publique acaba por ser su imagen, y su imagen acaba por ser la de su Gobierno, y etcétera…