Los sofás blancos de La Moncloa han sido un decorado frecuente en las fotos políticas del último año. Como escenografía del Poder, es bastante penosa: los personajes aparecen repantingados y alejados; es imposible conseguir una foto de conjunto decente en cuanto hay más de dos personas en la reunión. Todo pelín disperso.
A pesar de eso (supongo que alguien en Presidencia del Gobierno les tiene cariño), este bonito conjunto de mobiliario se ha comido muchas páginas y portadas. Les tengo un cariño perfectamente descriptible: es imposible conseguir una foto decente con semenjante mobiliario, y es difícil conseguir una portada decente con semejantes fotos. En fin.
En esta foto ni siquiera tuvieron en cuenta que había seis puestos, y siete invitados: el Consejero Delegado del Grupo Santander se tragó la ¿humillación? de sentarse en silla aparte…
Pero, vaya, que el último guateque del presidente del Gobierno y los grandes banqueros del Reino ha contado con una escenografía sin sofás, para variar. Alguien ha decidido sustituir la dispersión de los sillones por la dispersión de tres bonitas pero aparentemente débiles mesas, dicen que de trabajo. Ya hay quién se refiere a la maniobra como «efecto Ikea».
No hago una valoración política del suceso. Pero sí una valoración gráfica, o foto-gráfica: alguien tiene que explicar a alguien en Moncloa que la escenificación de este tipo de encuentros es tan importante como de qué se habla. Si lo que buscan es transmitir (aunque sea someramente) una imagen de solidez económica, esas mesas enclenques no son precisamente lo más indicado. Todo tenía una pinta provisional y de mentira que echaba mucho, mucho para atrás.
La portada de Público (que-me-da-de-comer) comparaba las escenografías.
Y también la de El Periódico.
comentarios (2)
No hay que confundir resistencia con masa. ¿Un tocho de madera maciza hubiera hablado mejor de una España moderna y preparada para las crisis que un sobre de vidrio laminado? No estoy de acuerdo.
Bueno… En realidad no es una cuestión de roble y mármol. El problema es la pinta de decorado teatral que tienen las mesas. Tan artificial…
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