El pasado jueves nació en Portugal un nuevo periódico. Se llama i, es rarito de narices, y mola.
La cosa está impulsada por una cadena de medios regionales con ganas de lanzar una cabecera nacional, con la moral suficiente como para hacerlo en un contexto económico… cómo decirlo… desagradable, y con el morro de hacerlo permitiéndose una apuesta editorial diferente, audaz, casi experimental.
Así, el nuevo i (de información, supongo) es lo más parecido a una revista que he visto en el mundo de los periódicos. O lo más parecido a como yo me imagino el modelo de diseño de una revista aplicado al modelo de publicación que es un periódico. Diseñado por Javier Errea para Innovation, mantiene un ritmo editorial ya ensayado en otras publicaciones creadas por esta consultora: una gran sección de numerosas noticias cortas que resume la actualidad del día y otra gran sección, el cuerpo fundamental del periódico, con pocos temas pero muy elaborados. En La Gaceta de los Negocios se llamaban «24 horas» e «Historias». Aquí se llaman «Radar» y «Zoom». Un bautizo más moderno, todo hay que decirlo.
i comparte con la revista Monocle tanto las tipografías (Helvetica y Plantin) como muchos recursos del diseño. Así, las páginas del periódico consiguen el mismo aire equilibrado y limpio de aquella. La arquitectura es de una sencillez desarmante: el uso de los blancos es intensivo, la contención cromática es grande, y los filetes… bueno, los filetes brillan por su ausencia. Quizá es que estoy mal acostumbrado porque la maqueta del periódico-que-me-da-de-comer es totalmente opuesta en su miedo al vacío, pero algunas páginas resultan algo dispersas, y se desarman un poco.
En fin. El resultado es un periódico que no lo parece, y que despista. La ruptura de los habituales códigos de diseño y ritmo produce una sensación extraña pero muy interesante. La apertura de la sección Zoom, por ejemplo, parece más propia de una revista mensual. Lo dicho: despista, y supongo que a un determinado sector de los lectores ese despiste les parecerá insuperable. Confío en que al resto, y si la redacción da el nivel (el contenido, al final, es lo que importa), les parezca la propuesta editorial más estimulante de los últimos tiempos.
comentarios (6)
Vaya, pues bastante curioso como diseño de un periodico. Aunque personalmente me gusta mucho y me resulta bastante atractivo, quizá sea por la edad, además de que estoy más acostumbrado a leer revistas y me resulta muy familiar. Porque sí, más que un periodico tiene pinta de revista. Y con esa cantidad de imagenes y al ser tan sencillo parece que vas a leer poco…Una cosa muy rara, pero tiene su punto.
Impresionante…
Me gusta mucho, aunque no pude evitar pensar «Monocle, el diario»
Más que del fin de los periódicos, creo que es de la continuación de ellos. Estos intentos desesperados de rediagramar al punto de descontextualizar se me hace que son para apuntarle a nichos nuevos, precisamente aquellas personas más acostumbradas a blancos perturbantes, a distribuciones pretenciosas, equilibrios tipográficos cuidados.
Me preocupa eso si que tenga futuro… muchos de los que tratan de imponer algo nuevo en este rubro terminan naufragando… es un target complicado y dificil de fidelizar. Además, el blanco exesivo significa menos contenido o más papel. Y más papel y más planchas, es más plata…
Hay varias publicaciones en el mundo editorial post-monocle pero esta es la copia más descarada que he visto. Todo bien, vamos, pero si el tal Javier Errea es tan bueno como parece pudo haber hecho algo mejor que un plagio a voces. Y sí, le faltó un mes o dos de trabajo antes del lanzamiento. Hay cosas desintegradas.
Se ve realmente hermoso ¿será posible mantener tanta belleza a diario? Por otro lado el blnco se ve muy bien en pantalla ¿pero realmente el periódico será impreso en un papel tan blanco? Si no, seguro pierde.
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