telegraaf

Hace unos días me… digamos… inquietó enterarme en casa de Mr. Giner de que De Telegraaf (ante cuya primera página cualquier diseñador que se precie de serlo necesita tomarse una pastilla contra el mareo) es el periódico más vendido de Holanda. Admírenlo, tan caótico, ahí arriba.

Me hizo dudar del sentido de la profesión de diseñador gráfico. ¿Qué parte del mérito que se venda bien una publicación depende de que esté bien o mal maquetada? ¿Hasta qué punto el lector aprecia las exquisiteces tipográficas, o los complejos refinamientos diseñiles con que disfrutamos los de la profesión?

¡Hola! es una de las revistas de más éxito del mundo y sus páginas rompen más o menos todas las reglas de lo que debiera ser una buena maqueta. The Sun es un periódico feo, pero arrasa. Yo tengo una absurda deformación profesional que me hace arrugar la nariz ante cualquier impreso que no esté más o menos pulcramente diseñado, pero mis escrúpulos son minoritarios.

¿Hay una la relación directa entre éxito y calidad gráfica? Me temo que no, o no siempre. Es un panorama un poco descorazonador, porque va a resultar que el lado salvaje del diseño es el que tiene más éxito, y el valor de un buen diseño es desgraciadamente relativo.

[Me he topado, mientras escribía esto, con este post de Maquetadores que abunda sobre más o menos el mismo tema]