Parece ser que una diputada de la Asamblea Nacional francesa ha propuesto obligar a los medios de comunicación a incluir una advertencia del tipo «Esta imagen ha sido retocada con photoshop» en las fotos que… bueno, que hayan sido retocadas con photoshop u otros programas del ramo. Lo cuenta el-periódico-que-me-da-de-comer. Con esta ley, aquella polémica portada de El Mundo no lo hubiera sido: la advertencia hubiera evitado el escándalo.

La cosa me parece de justicia, claro. Pero tengo dos pegas. Por un lado, la propuesta llega un poco tarde, porque las photoshoperías están pasándose de moda, y la gente está ya un poquito harta de tanta perfección artificial indisimulada. Las revistas masculinas, tradicionales abonadas al polémico retoque/reconstrucción de muslos, están prácticamente desapareciendo.

Por otro, es muy difícil determinar a partir de qué punto una imagen está lo suficientemente retocada como para merecer la advertencia. Y lo dice alguien que vio las fotos de Bárbara Rey sin maquear.