Les diré que la imagen de arriba es una de las ilustraciones-de-periódico que más me ha llamado la atención en los últimos años. Acompañaba, en las páginas de opinión del diario Público, a un artículo sobre la decadencia de la monarquía. Me gusta porque la ejecución es «fácil», pero tiene una idea compleja detrás. Y cómo juega con un objeto cotidiano –el Rey de una baraja– para hacerle contar una historia nueva.

Y me hace gracia, además.

La ilustración está recopilada en el libro «Pensar con imágenes», de Enric Jardí, editado por Gustavo Gili.

Jardí es un diseñador de trayectoria y prestigio donde los haya, y un ilustrador adicto a robar objetos cotidianos y referencias conocidas para aplicarles un tratamiento de ingenio y arrancarles, así, significados diferentes e inesperados.

El libro es un objeto didáctico en torno a cómo usar imágenes para expresar ideas complejas. En realidad, sesenta casos prácticos planteados como un juego: según pasan las páginas, se van planteando retos, diferentes temas en busca de ilustración del tipo «las elecciones en Irak», «la caída del consumo» o «el alzheimer». Y según pasan las páginas aparecen las posibles soluciones planteadas por el autor, más un análisis de cada una, de cómo y por qué funciona.

En fin: Jardí es un autor que se explica con claridad y que va al grano. Su trabajo de ilustración es muy «diseñil» y resulta brillante con bastante frecuencia. Así que es un libro que se hace ligero, y que merece a pena.