Desde su relanzamiento hace un par de años de la mano de Richard Turley (director creativo) y Josh Tyrangiel (director), Bloomberg Businessweek ha campeado por los quioscos del mundo con sus portadas asombrosas y su sentido del humor, y dejando que el depurado diseño con que se inició la nueva fórmula editorial se fuera endureciendo y despeinando cada vez más.
Sus páginas han hecho de la espontaneidad una bandera, y han apostado por el desparpajo y la aparente despreocupación a la hora de pulir los detalles del diseño. Es decir: un amor por la imperfección muy parecido al de las presentaciones chapuceras hechas con PowerPoint a las que son adictos los ejecutivos agresivos que se supone son su público objetivo.
Un diseño de revista bastante duro, que mitiga su aspereza con humor y que tiene puntas de deliberado mal gusto. Esta portada es un buen ejemplo…
Vidas paralelas: hace unos meses, el diseñador Hedi Slimane presentó para la casa fundada por Yves Saint Laurent una colección inspirada en el estilo grunge de los años noventa, y el mundo de la moda se agitó entre la estupefacción y el desdén. Jerseys dados de sí, pantalones rotos, camisas de cuadros y todo el desaliño rockero con el que Nirvana conquistó el mundo, pero reproducidos con las mejores telas y con la puntada perfecta que una gabardina que luego será vendida por 6.000 euros se merece.
Es decir: Businessweek y Saint Laurent falsifican la imperfección a base de materiales de primera calidad. Y el resultado funciona. A ver si viene un sociólogo y me explica por qué vivimos unos tiempos de culto a lo aparentemente mal hecho.
Todo este rollo viene a cuento porque BBW presentó la semana pasada un retoque de su diseño que quita ornamentos y endurece (más) el aspecto de sus páginas. Menos color, por ejemplo. Más palo seco y menos remate en las tipografías… Unos antes/después:
Lo más importante: nuevo aspecto para su sección final, ETC, que gana fuerza a base de titulares de letras estrechas y anchas. La tipografía elegida es Druk, de Commercial Type, que combina con Público y Neue Haas Grotesk.
Unas imágenes de cómo ha quedado la revista. Lo que más me gusta: las tramas de los mapas. Soy así de caprichoso.
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