The New Yorker ha sido durante muchos años una realidad inmutable en el diseño gráfico. Sus páginas han permanecido prácticamente iguales a sí mismas durante décadas, fieles a los titulares compuestos en la tipografía diseñada por su primera director de arte, Rea Irvin, en 1925.
Así, la parte gráfica de la revista tiene un estatus casi mítico no sólo por la excelencia de sus ilustraciones; también por la tozudez con que ha mantenido su identidad gráfica a lo largo del tiempo y el espacio.
Como quien no quiere la cosa, su director creativo, Wyatt Mitchell, lleva unos meses añadiendo con discreción pequeños retoques tipográficos. Sobre todo, ha introducido la tipografía Neutraface en el ecosistema de identidad de la marca. Los retoques se han convertido en rediseño a partir de esta semana: nuevo sumario y nueva sección «Goings on About Town», la agenda cultural.
Un video realizado para presentar la magna ocasión:
Neutraface pasa a ser una tipografía de titulares, hay una nueva estructura de columnas, unas escuadras que enmarcan las páginas, nuevos iconos… Pero, por encima de todo, el nuevo diseño estrena una nueva versión retocada de la icónica tipografía Irvin, con toda su carga simbólica y modernista.
¿El resultado? Sofisticado, efectivo, elegante 100%. Necesario. Menos newyorker, pero todavía muy newyorker. Aunque no puedo evitar pensar con tristeza que ahora se parece un poco más al resto de las revistas.
Y así eran las secciones hasta esta semana. Me hace gracia el detalle de que Eustace Tilley, el personaje/símbolo de la publicación, haya decidido mirar a su derecha con el cambio de diseño del sumario.
[Más, en Guizmodo: «How The Newyorker redesigned for the first time in 13 years».]
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