smodismo

Hace exactamente tres años y catorce días entré en la redacción de S Moda –que en aquel momento parecía que iba a llamarse «Like»– para ponerme a la tarea de diseñar una nueva revista prácticamente desde cero. Pasamos un verano acelerado e incierto intentando convencer al mundo de que esa cosa inexistente y de nombre extraño se iba a convertir en una muy buena revista semanal de estilo. Me van a permitir la inmodestia: S Moda no es perfecta, pero tiene un nivelazo.

Les resumo los tres años: han sido trepidantes, agotadores. La satisfacción del deber cumplido y todo eso, sí. Pero muy exigentes. Soy un tipo debilucho, así que hace unos meses me pareció que lo mejor era salir corriendo, tomarme unos meses para aprender y renovarme, y dejar la dirección de arte de la revista a quien viniera con fuerza y nuevas ideas. En definitiva: abdicar, que es tendencia.

Total: este sábado llega al quiosco, con El País, mi último número como director de arte de S Moda, lo que viene siendo la revista-que-me-ha-dado-de-comer-hasta-el-viernes. Como tengo un blog y algo de tiempo libre, voy a aprovechar la ocasión para los agradecimientos acostumbrados.

Cualquier revista de este tamaño es una obra coral o no es. En S Moda, la redacción trabaja con un nivel de excelencia envidiable movida por la energía de Marta Flores, subdirectora y verdadero motor del invento. En lo que atañe a la parte gráfica, la puesta en página de la revista ha sido mérito de muchas manos: Javier, Xabi, Begoña, Felícitas, Isabel, Carlos, Gonzalo, Lynn, Nacho, Lucía… Y no tengo palabras para agradecer la complicidad de Pilar Velloso, que fue jefa de maqueta durante los primeros tiempos y cuyo entusiasmo marcó una época.

Finalmente, le tengo que dar las gracias a la Sra. Directora, Empar Prieto, que tiene una visión gráfica de cómo construir una revista que ya quisiera para mí, y que se merece el crédito por el aspecto final de las páginas de S Moda. Nunca le perdonaré que me llenara las portadas de larguísimas frases con subordinadas pero, eso sí, ha sido toda una universidad trabajar en su negociado.

Ahí lo dejo.

No les oculto que tengo curiosidad por ver cómo evoluciona el diseño de la criatura; está en buenas manos.

Ya, si eso, nos vemos por aquí.