Hay periódicos que se trabajan ocasionales sorpresas gráficas que rompen con la rutina de diseño asociada a la actualidad y la maquetación de un diario. El francés Libération, por ejemplo, ha mantenido durante mucho tiempo su especial anual salpicado con dibujos para celebrar el Festival de Cómic de Angulema. Y entre sus ejemplares históricos está aquel de 1983 en el que se informaba de la muerte de Hergé: todas las noticias estaban ilustradas con viñetas de Tintín.

Ara, desde Barcelona, ha seguido su estela: hace unos años, por ejemplo, se marcó un ejemplar en el que todas las páginas contaban con una obra del pintor Miquel Barceló.

Y El Mundo… Cuando nació, en 1989, tenía páginas abonadas al espectáculo en las que diseño y contenido se integraban. Como ya voy para mayor, recuerdo todo un periódico salpicado de cuervos (muchos, por todas las páginas, amenazadores) para enmarcar un especial sobre Alfred Hitchcock. Otro, de 1991, con una infografía de 8,95 metros que reproducía a tamaño real el salto de Mike Powell que había pulverizado el longevo récord de Bob Beamon.

Aquel entusiasmo gráfico fue disminuyendo con los años, pero ha sido recuperado por el nuevo equipo de diseño dirigido por Rodrigo Sánchez, cuyo estilo está marcado (muy marcado) por un constante y celebrado afán de sorprender a los lectores.

Dicho lo cual, la noticia de este post: para celebrar el Día Universal del Niño, Ara y El Mundo llenaron sus diarios del 20 de noviembre con decenas de dibujos y rótulos creados por manos infantiles. El Mundo optó por modificar las cabeceras para la ocasión. Ara, por ilustrar las noticias «a mano alzada».

Soy muy partidario de sorprender al lector. De diferenciarse. De que diseño y actualidad monten pequeñas fiestas.

[En el blog Encajabaja, un poco de trastienda sobre las páginas de El Mundo.]