La edición americana de la revista de viajes Condé Nast Traveler presenta en el número de enero un nuevo logotipo que sustituye al que ha encabezado la publicación durante sus 27 años de vida. Ha sido diseñado por Matt Willey, que hasta ahora era director de diseño de la revista, y que acaba de empezar como director de arte en The New York Times Magazine.
En palabras de Yolanda Guzmán, la Sra. Directora: «El nuestro es un negocio de palabras e imágenes, de nostalgia y anticipación, y siempre estamos pensando en formas de combinar esa dualidad, cómo llegar esa alquimia sutil que moldea cómo piensas y sientes acerca de un lugar. […] Somos una marca dedicada a los viajes que juega siempre entre lo excitantantemente nuevo y los placeres profundos de lo que ha sido probado y comprobado. Por eso nos pareció apropiado un logo que hiciera un guiño a lo tradicional y a lo moderno en la misma medida.»
Efectivamente, resulta más actual y a la vez un tanto «retro». Claro que lo retro es moderno, hoy en día.
Es tarea complicada juntar en la misma palabra, y de una forma gráficamente compacta, las gotas opuestas de la ‘r’ y de la ‘a’. La solución, que viene a ser un trabajo de orfebrería tipográfica, es hábil, rebuscada, curiosa. Por un lado, tiene tanta presencia corre el riesgo de llegar a su fecha de caducidad en pocos años. Por otro, desborda personalidad, y crea una marca muy reconocible en papel, en web… O en maletas, o lo que quieran vender.
Abajo, el «antes». Dos tipografías parecidas pero no iguales. Puf.
Por cierto: les recomiendo echar un ojo a esta revista: su diseño es una obra muy, muy reseñable de contención, organización de contenidos, espectáculo y elegancia.
[ACTUALIZACIÓN: Brand New ha publicado una breve reseña del logo, y apunta que el autor es Henrik Kubel.]
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