Como ya se ha dicho, los obituarios hacen bonitas portadas. Y más cuando el fallecido es alguien tan fotografiado y con tanto carisma como David Bowie.
En casos como el suyo, lo difícil es seleccionar de entre todo el material una foto que defina al personaje, que resulte impactante, que se diferencie del resto. Estas son las diez portadas que más me han gustado: gana en elegancia The Guardian, y por goleada.
La prensa española tenía en una Infanta procesada otro obligado punto de atención gráfica, y la opción de ilustrar por encima de la cabecera de El Mundo me parece bastante hábil.
Una magistral bola extra: cumpliendo su obligación de aportar más carnaza que poesía, The New York Post se lanza con la que se supone es la última foto del cantante. Gráficamente es más feo, claro, pero se podría decir que tiene más pertinencia como hecho noticioso.
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