A raíz de la polémica portada del pasado domingo [ver El Límite], el departamento de fotografía de Público se puso en contacto con Andreu Dalmau, autor de la imagen, para que contara cómo había sacado la instantánea. Éste es su texto.

“Cuando llegué al campo fui directamente al centro del problema. En el camino vi las zapatillas ensangrentadas. Tenía prisa por llegar al pabellón. Después de tomar muchas fotos volví a subir las escaleras y me encontré de nuevo con las zapatillas. Entonces las fotografié porque me sugerían una imagen diferente del suceso. No sabía si esas zapatillas eran de alguno de los niños muertos o heridos. Hice como cien fotos en total, pero pensé que esta era la que simbolizaba de manera diferente la tragedia”

También se publican, hoy, un par de cartas elegidas entre las que han llegado a la redacción para protestar por foto y portada. Ésta es una de ellas.

«No somos el tipo de lectores al que va dirigido este periódico, ya que mi mujer y yo pasamos de los 60, pero Público me ha gustado hasta ahora por ser, en apariencia, un vocero de nuestras ideas mas arraigadas. No todas, por cierto, los tiempos cambian, aunque algunos mantenemos la ilusión de siempre. Debo decir que siempre mantuvimos nuestras reservas en cuanto al formato de los titulares, que nos parecen un poco ¿sensacionalistas, quizás? Pero la foto del pasado domingo, con las zapatillas ensangrentadas de un niño, colma todo lo imaginable para una portada, solamente comparable a los periódicos amarillos alemanes e ingleses (de derechas, por cierto). Esperamos que sólo haya sido un desliz de un fin de semana loco.» Àlex Anglès Vaz, Barcelona

[Aquí, el periódico del domingo; aquí, el de hoy martes, en el que se recogen dos cartas de protesta y la explicación del fotógrafo]