Algunas de las promociones con las que los diarios intentan aumentar su difusión son lo más humillante que le ha pasado al periodismo desde que… En realidad no se me ocurre ningún precedente gracioso.

Algo está estropeado en los medios (y en los lectores) cuando, por encima de la esperanza y desesperación en Haití, resulta más importante comunicar a los posibles clientes que pueden comer fuera con descuento o que pueden adecentarse las uñas barato, barato.