Hace unas semanas recibí un correo correcto, pero amenazante, enviado por Asesoría Jurídica de las Artes, que entiendo que es la división «Propiedad Intelectual y derechos de Imagen» del bufete Querol, Coll & Yzaguirre Abogados Asociados S.L.

En nombre de Ediciones Zeta, S.A. (su cliente), me exigían la retirada del material de Grupo Zeta alojado en el blog. El requerimiento se refería, en concreto, a la revista Cuore.

Os reproduciría el mail, pero incluye un párrafo muy bonito en el que dice que el propio texto del requerimiento está sometido al derecho de propiedad intelectual y, así de surrealista es todo, copiarlo sería infringir la ley. Eso dicen. En serio. De verdad. Que sí, hombre, que sí.

Al día siguiente recibí la llamada de un amable señor de parte de la Asesoría que me explicó que habían sido contratados por Grupo Zeta para eliminar de la red a todos aquellos que se dediquen a distribuir gratuitamente (el mundo Megaupload, y así) copias de las revistas Cuore e Interviú. También cualquier página (incluso las pequeñas capturas, como es mi caso) albergada en servidores ajenos a Grupo Zeta.

En efecto, en el blog he publicado cinco entradas con imágenes de estas cabeceras. En 2007 salió «¡Portadas Piratas!«, para dar noticia de la copia que la revista ¡Qué me dices! había hecho del especial Argg! de Cuore. En julio de 2008, una antología de portadas históricas de Interviú. En abril de 2010, comparaba el rediseño de ¡Qué me dices! (otra vez) con el de Cuore. Y en mayo dediqué dos posts al radical rediseño de Interviú (aquí y aquí).

La conversación con el amable señor fue, ciertamente, amable y tranquilizadora. Le expliqué que el blog no tiene ánimo de lucro y que actúo de buena fe, que el uso de material de Zeta es muy esporádico, que las páginas publicadas procede de las propias redacciones (que, de hecho, yo había trabajado en Zeta muchos años). Le re-envié un mail del propio director de Cuore en el que me autorizaba a publicar sus páginas. Y le conté lo paradójico que resultaba que me pidiera la retirada de todo ese material minutos después de que hubiera subido al blog un post sobre Interviú con páginas enviadas directamente por su responsable de diseño.

Y ahí quedó la cosa. Hace unos días recibí otros dos requerimientos, y no les hice mucho caso. En mi ingenuidad, entendí que el envío era el resultado de un proceso ya iniciado, pero que les había convencido de mi buena fe y de que contaba con permiso para publicar el material.

Pues no. Hoy me he encontrado con que el servidor que aloja el blog, Hostony, me había bloqueado la cuenta y todos mis dominios. No sólo Quintatinta, también mi página personal. Todo. Les he pedido explicaciones (siempre tengo problemas técnicos, como bien sabéis) y me han aclarado a) que la suspensión tenía su origen en un «abuso» por mi parte y b) que habían recibido un requerimiento de unos abogados españoles (sor-pre-sa) por un infringimiento del derecho de la propiedad intelectual.

Os reproduciría el mail recibido por Hostony, pero también tiene un bonito párrafo que prohibe su distribución. Esta vez, en inglés.

Total, que mientras me asesoro y me entero de hasta dónde llega mi derecho a usar el material, y hasta dónde el derecho de Grupo Zeta a cometer estupideces, he retirado todas las páginas de Cuore e Interviú de los posts de este blog.

Este post es más una explicación y un desahogo que un llamamiento a la lucha contra la propiedad intelectual. Supongo que todo llegará a un acuerdo lógico, y que hay más un exceso de celo que otra cosa. Pero Quintatinta tiene que ser un hobby divertido, y perder el tiempo en batallas legales para reproducir unas cuantas páginas me frustra bastante y me pone de una mala leche bastante considerable.

Gracias por vuestra comprensión.

[Actualización: Al final todo se resolvió: el asunto se le fue de las manos a Grupo Zeta, tuvo que sacar su notita de prensa y, con unos cuantos días de retraso, incluso un señor con mando en plaza me llamó para presentar excusas y darme todos los permisos. En fin… ]