Hoy me han comunicado desde Grupo Zeta que tengo permiso para usar su material en mi blog. Se pone fin así, por tanto, mis tontos problemas legales con los abogados de esta editora.

También hoy, el departamento de prensa de Zeta ha emitido esto:

COMUNICADO GRUPO ZETA

Ante determinadas informaciones aparecidas en algunos medios sobre una supuesta censura de Grupo Zeta por la publicación en determinadas webs de la portada de Interviú, este Grupo quiere hacer las siguientes puntualizaciones:

–Desde hace unas semanas, y al comprobarse que algunas webs utilizaban los contenidos de Interviú y de Cuore en su propio beneficio, se encargó a la asesoría jurídica una vigilancia estrecha para velar por los intereses de nuestras propias publicaciones.

–En esta línea de trabajo, Grupo Zeta no tiene ninguna intención de actuar contra aquellos medios que reproduzcan por su interés sólo las portadas de las revistas aludidas o de cualquiera otra del Grupo, tal como ha sido hasta ahora la práctica habitual.

¿Cómo hemos llegado a esto? El resumen sería que Asesoría Jurídica de las Artes, un bufete a sueldo de Grupo Zeta, se ha dedicado a enviar requerimientos pelín amenazadores a cualquiera que tuviera material de Cuore o Interviú colgado en su web y, en algunos casos, a acudir directamente a los servicios de hosting para pedir la retirada de esas páginas.

Este blog sólo fue uno de muchísimos en recibir aquellos correos legales. Al hacerse público algún otro caso, unido al runrún internetero, sólo era cuestión de tiempo que medios de más audiencia se hicieran eco [La información, Libertad Digital]. Y, con ello, era lógico que en la dirección de Zeta se dieran cuenta de que las accciones pelín mafiosas e indiscriminadas de sus abogados les estaban destrozando la reputación. De ahí el comunicado de prensa.

Me consta que en las redacciones de Zeta ya había una sensación próxima al indignado estupor. Así que deduzco hábilmente que la raíz del problema está en un bufete de abogados incontrolados que no tengo claro si carecen de escrúpulos o de criterio.

En definitiva: que la lógica de las cosas se ha impuesto. Entiendo que las editoras combatan el pirateo interesado de sus revistas y periódicos, pero perseguir a sangre y fuego a quienes promocionan sus productos no tenía ningún sentido.

Así que volvamos a la normalidad, y pasemos página.

Gracias.