He visto hoy, por fin, Plataforma.
No he leído a Houellebecq, así que no sé si la adaptación es fiel o no. Buena o mala. Mejor o peor que el original. A mí es que estos libros con polémica me dan una pereza terrible.
Pero me da igual: el montaje de C.B. se explica por sí solo. Marcos Ordoñez escribía en Babelia que Echanove llevaba la obra «como quien acarrea un fardo viscoso». Y «viscoso» es un adjetivo que le cuadra a la perfección.
Calixto Bieito es de esos directores que consiguen dejar el escenario hecho un desastre para cuando acaba la función. Todo lleno de globos de colores, papeles, serpentinas, cacharros. Y también de sudor, saliva y alcohol. Toda clase de fluidos, reales o figurados. Muy adecuado: Plataforma, que habla de sexo, violencia, sexo, amor, sexo, insatisfacción, sexo, etc., es una obra viscosa, intensa, rota, perversa. Con actores viscosos (Echanove, qué sudores), intensos, rotos, perversos.
Me ha gustado.
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