Españoles, hay una nueva revista satírica, desde hoy, y se llama Mongolia. El quiosco estaba pelín dormido y triste, que las crisis tienen estas cosas, y nos puede venir fenomenal una voz macarra y crítica, como sus contemporáneas Le Canard Echaîné, Charlie Hebdo, The Clinic, Private Eye o Barcelona.

En tiempos difíciles, criticar al poder es una obligación responsable. Hay que hacer honor a la tradición de humor político en España, prácticamente abandonada salvo honrosas excepciones –El Jueves, principalmente, y sólo a veces–, y que ha tenido momentos gloriosos a manos de La Codorniz, Hermano Lobo, El Papus o El Cocodrilo. 

El primer número de Mongolia –que será mensual y que se imprime en papel prensa, formato grandote– llega abigarrado y lleno de jijiji, jajaja. Humor de texto, humor político, viñetas, tiras cómicas, fotomontajes y fotonovelas (de las que soy fan); he contado más de 170 titulares y temas.

La personalidad de la revista se divide en dos: la parte del humor y la sátira, y la parte puramente informativa, «Reality News», al final del cuaderno, que publicará exclusivas e informaciones de-esas-que-no-terminan-de-aparecer-en-la-prensa-seria.

Y el apunte para frikis del diseño: Mongolia tiene una personalidad gráfica bastante acusada, a base de la contundente Superba y la elegante Poynter.

[Su web, su Twitter: @revistamongolia]

[La nota de prensa oficial, aquí.]