Este fin de semana llega a Madrid Libros Mutantes, y les animo a que apunten esta cita en su libretita negra de eventos imprescindibles.
Libros Mutantes, Feria Editorial Independiente, viene a ser la tremenda fiesta de papel alternativo. Este año cumple su quinta edición, y llenará La Casa Encendida de proyectos, talleres, charletas y actividades alrededor del papel autoeditado.
El corazón mutante es la feria editorial en la que una selección de 70 expositores llegados de 18 países. Entre ellos, editoriales, librerías, proyectos artísticos, publicaciones fotográficas, revistas, fanzines experimentales, proyectos híbridos… Una ocasión estupenda para hojear, aprender, conocer a los autores y, ejem, comprar.
En fin: un evento que, para el entusiasta de las revistas, viene a ser todo lo imprescindible que puede llegar a ser un evento.
«Letras a cascoporro» sería un título chachi para las unión de las dos exposiciones que coinciden ahora en La Central del Diseño de Matadero Madrid, pero los organizadores son gente seria y han bautizado las expos como TDC 58 Type Directors Club y TYPO_MAD_12. En cualquier caso, una ocasión estupenda para ver letras de todos los tamaños, colores y formatos.
Por un lado, la selección anual de trabajos realizada por el Type Directors Club de Nueva York, que unos cuantos buenos trabajos de diseño tipográfico –de letras a carteles, de libros a revistas– de todo el mundo.
Por otro, un montón de trabajos tipográficos originados en Madrid y alrededores que van desde las portadas de Metrópoli –presencia obligada en estas cosas– al street art, las marcas o el lettering en revistas (autobombo: hay una portada de S Moda en la selección). También hay una enoorme selección de trabajos académicos realizados en las escuelas de diseño madrileñas: propuestas conceptuales de la Escuela de Arte 10, tipografías de los alumnos del IED…
En fin: las expos están abiertas hasta mediados de noviembre. Anímense.
¿Los organizadores son gente seria? Me tranquiliza saberlo. Fui a ver la exposición el día 23 de septiembre, puesto que se había anunciado su inauguración para el 20, y ahí no había nada, ni nadie sabía cuándo empezaba. Me quedé con las ganas, porque no soy de Madrid y estaba casualmente de paso :-(
Igual soy un cursi, pero creo que no me he encontrado tan cerca de un ataque de síndrome de Stendhal –ya saben, vértigos y desazón por la contemplación acumulada de cosas bellas– como paseando entre las obras presentadas en la exposición «La Vanguardia Aplicada (1890-1950)».
Explico el vértigo: una desmesura de setecientas obras producidas en la primera mitad del siglo XX. En la exposición hay libros y revistas, carteles y postales, bocetos y originales… En formatos enormes y en obritas minúsculas emparentadas con todos los movimientos artísticos que compitieron por revolucionar el arte y el diseño en aquellos sesenta años: Arts and Crafts, Secession, Dadá, Futurismo, Vorticismo, Constructivismo, Bauhaus…
Estas vanguardias, alejadas de un ideal de «arte puro», trabajaron para aplicar sus ideas a cualquier aspecto de la vida. Todo lo impreso podía ser diseñado, y todo lo diseñado podía hacerse atendiendo a un ideal estético. Y todo ideal estético tenía detrás un afán transformador.
Así, esta exposición es una orgía de letras, gráficos y dibujos repleta de firmas famosas. En el catálogo se suceden los nombres de Charles Mackintosh, Aleksandr Ródchenko, El Lissistzky, Tristan Tzara, Wyndham Lewis, Fortunato Depero, Marinetti, Kurt Schwitters, Van Doesburg, Gerd Arntz… Un santoral del diseño gráfico del siglo XX.
La verdad: resulta un gozo pelín fetichista asomarse a las versiones reales, en papel añejo, de algunas de las obras capitales de la historia del arte que uno sólo ha conocido por bibliografía, o en jpgs interneteros.
Aquí van algunas de las obras, para abrir boca. Todas pertenecen a las colecciones del estadounidense Merrill C. Berman y la del santanderino José María Lafuente.
[Llego tarde a esta exposición. En mi línea. Pero no se la pierdan: estará en la Fundación Juan March de Madrid hasta el 1 de julio.]
La semana pasada hubo festejo de papel en La Casa Encendida: la gente de Libros Mutantes, la Feria Editorial Independiente de Madrid, llenó el edificio de actividades, charlas, talleres y cosas. También hubo un mercado abierto en el que se podía hojear y comprar publicaciones editadas por decenas de proyectos editoriales.
En fin: yo piqué el anzuelo bastante, y esto es lo que me llevé a casa.
— La fantástica Camera Obscura, de Portugal.Un trabajo muy personal que fotografía la vida proyectada en una pared. ¿Cómo? Bueno, la autora crea enormes cámaras oscuras en habitaciones cubriendo una ventana con un plástico negro y haciendo un pequeño agujero por el que pasa la luz y se proyecta (ah, misterios de la óptica) el mundo exterior…
— Efe 24, una revista de fotografía hecha en Barcelona. En cada número, recoge la obra de 24 fotógrafos reunidos alrededor de un tema. En este segundo número, el sujeto retratado.
— Fuego, también de BCN, una revista monográfica que en su número 3 presenta fotos, entrevistas, cosas alrededor de los amuletos.
— «Listados», un intrigante libro de Ignasi Aballí editado por Belleza Infinita. Páginas y páginas de… pues eso, listados. Palabras recopiladas y recortadas con mimo, durante años, de las páginas de El País y La Vanguardia. El efecto repetición es entre divertido e incómodo.
— Montañaislaglaciar. Un librozine que reflexiona sobre la identidad europea y que toma como punto de partida el caos aéreo de 2010 a cuenta de la erupción de aquel volcán islandés de nombre impronunciable.
— La Más Bella Revista ya tiene sus meses, pero la acumulación de materiales artísticos embolsados por la gente de La Más Bella merece la pena. Un montón de ideas alrededor del quiosco.
Y dos recomendaciones de propina: Hellsinki, un impactante trabajo fotográfico alrededor de la noche finlandesa creado por Eloi Gimeno, y los libros de artista creados por el colectivo Estudio Crudo. Echen un ojo.
El de ahí arriba es el símbolo de una marca comercial de bebidas alcohólicas y, tras décadas de gloria en las carreteras peninsulares, la síntesis en una silueta negra de la gloria del diseño gráfico español de la segunda mitad del siglo XX.
El Toro de Osborne diseñado por Manolo Prieto es el fruto más popular, pero no el único, de una generación genial que prácticamente se inventó en España la profesión de diseñador gráfico y cuyos integrantes más destacados son Daniel Gil, Alexandre Cirici Pellicer, Ricard Giralt Miracle, Josep Renau, Joan Brossa o Josep Artigas.
Hay que inclinarse ante ellos con respeto: artistas, intelectuales y artesanos, todo a un tiempo, son los padres fundadores del diseño español. Esta generación de «niños de la guerra», que comenzó su carrera profesional en torno a los años 50, transformó en profesión reconocida y autónoma lo que antes era un «oficio» aprendido en las imprentas. Sus carteles, tipografías, anuncios, revistas, discos y libros elevaron y modernizaron la cultura visual de todo el país.
Y por eso os recomiendo muchísimo (y con un imperdonable retraso), la exposición Grafistas, Diseño gráfico español 1939-1975 que está abierta en el Museo de Artes Decorativas de Madrid hasta finales de abril. Comisariada por Emilio Gil, de Tau Diseño, es un resumen didáctico y fantástico de lo mejor del diseño de aquellos años. La expo está llena de obras que son viejas conocidas-de-toda-la-vida (como los libros de Alianza Editorial o el corderito de Norit) y sorpresas admirables que demuestran el nivel creativo de aquellos años.
Extras: una recreación del estudio de Manolo Prieto, con sus herramientas de trabajo, y un catálogo/cartel que os recomiendo comprar: viene a ser como llevarse todos los paneles de la exposición a casa.
Anterior a Prieto fue el pintor Enrique Mélida. Melida también pintó la silueta de un toro sobre una loma que fue muy famosa en su tiempo. A pesar de ser el pintor de temas taurinos más influyente e importante de la mitad del siglo XX Mélida ha sido rápidamente olvidado. En su cuadro «Se aguó la fiesta» (1876).
Adjunto varias reseñas de diarios del siglo pasado en la que nos hablan de ese importante pintor admirador Goya.
Unas notas de prensa que nos pueden ilustrar lo que estoy diciendo: (ABC. Madrid. El carnaval de Roma. 4 de Febrero de 1923. Martín Ávila)
«Maestro en este arbitrio fue Enrique Mélida. Uno solo de sus cuadros, ¡Se aguó la fiesta!, ha sido en España, y lo es aún, más popular que las Meninas y mucho más que el entierro del señor de Orgaz, y, por lo menos, tanto como la más popular obra mística de Murillo. ¡Se aguó la fiesta! es aquel cuadro en que un bravo toro, retinto en negro y corniapretado, se planta amenazador ante un grupo de chisperos que comen regocijados en pleno campo.»
Revista de la Biblioteca Archivo y Museo. Ayuntamiento de Madrid, nº 13. Enero 1927.
Mélida, madrileño, nacido el 6 de abril de 1838, casa con María Bonnat, hermana del retratista francés León, y muere en París el 28 de abril de 1892. Trasladado a Bayona es enterrado en el cementerio de San Esteban en el panteón de la familia de su mujer. Es el autor de «Despacho parroquial», «El esquilador», «La lección de toreo», «La antesala del príncipe de la Paz», «La misa de parida», «Ronda de la Inquisición», «Pórtico de San José en Madrid», «Pobres esperando la hora de la limosna», y su obra más conocida es «¡Se aguó la fiesta!», la merienda campestre interrumpida por la presencia de un toro, cuadro reproducido infinitamente desde las planas de La Lidia hasta los abanicos pericones de las damas de aquel tiempo.
Press the button pretende sacar una sonrisa al peatón que busca semáforos en verde.
Es una idea sencilla y chachi llevada a cabo por dos estudiantes de diseño que andan disfrutando de su beca Erasmus en Ljubliana, capital de Eslovenia. Espero que la policía urbana de por allá no les tenga en cuenta la «fechoría».
En Argentina, las «fichus» eran unos cromos ilustrados con los que los niños estudiaban la historia de su país, años ha. Como saben, justo en 2010 se ha celebrado el 200 aniversario de la nación Argentina, y el libro ‘Antifichus’ [su web; su página en Facebook] celebra el dato, a su manera, recogiendo muchos de aquellos cromos (rescatados de un desván) y otros muchísimos creados para la ocasión por más de 100 artistas y diseñadores de ambas orillas del Atlántico.
Lo dice el editor: «un álbum de 500 figuritas, un libro, un antimanual, que recorre visualmente los momentos clave de la historia argentina de los últimos 200 años».
El libro, dirigido por los hermanos Rapa, Sole y Andrea Carballo, es una desmesura gráfica de 250 páginas repletas de toda la gloria, el drama, la protesta, la denuncia, el sarcasmo, las victorias y derrotas, la colonización, la dictadura, la genialidad, el egocentrismo y el fútbol que se le suponen a la historia argentina (y a la de toda suramérica). Un libro chachi.
Antifichus es, también, una exposición en la Casa de América, en Madrid. «200 años rediseñados» recoge una selección de las 500 figuritas y las presenta siempre espectaculares y muchas veces interactivas. Abierta hasta el 27 de febrero. ¡Echen un ojo!
Aquí, el cómo-se-hizo de la exposición:
[Rapa Carballo es el director de arte de Público (el-diario-que-me-da-de-comer; lo que viene siendo mi jefe). Así hemos informado de libro y expo en el diario: ‘América rediseñada’.]
Las portadas del suplemento Metrópoli, la guía de ocio de El Mundo, son de lo mejorcito que ha dado el diseño gráfico de los últimos veinte años, que son justo los que la publicación cumple por estas fechas.
Rodrigo Sánchez, que ahora mismo es director de arte del Área de revistas y Suplementos de Unidad Editorial, ha logrado convertir el tema principal de cada semana (un estreno, un concierto, una guía gastronómica…) en una enorme variedad de variadas propuestas gráficas en plan «hago con la página lo que quiero». Fotomontajes, juegos tipográficos, recortes, garabatos infantiles, ilustraciones…
La ingente cantidad de portadas publicadas toca todos los palos. También el homenaje a los clásicos (como emplear la imagen de la peli ‘Metropolis’ para la tapa dedicada a ‘Mars Attacks’), o la cita desinhibida de ideas gráficas tomadas de todas partes. Sánchez tiene un olfato envidiable para detectar qué es nuevo y qué funciona a cada momento en el panorama del diseño de revistas. Así, Metrópoli se ha convertido en una especie de enciclopedia histórica abreviada de las modas, las ideas y la evolución del diseño gráfico de todos estos años.
La noticia: para celebrar la efeméride, han organizado una magna exposición de 100 portadas selectas en la sede del Istituto Europeo de Madrid / Fundación Diario Madrid (calle Larra, 14), que estará abierta hasta el 11 de septiembre. Re-co-men-da-ble.
[Aquí y aquí hay sendas galerías de portadas selectas. Y aquí, en la página oficial de la publicación, video del artista y sus criaturas.]
Estuve coleccionando su nueva etapa desde el primer número… pero el espacio no me daba para más, así que conservo en una carpeta un montón de portadas de este semanario, que además su interior no desmerece en cuanto a la calidad del contenido. Una pena que en otras partes de España tengan que leer la versiópn ‘aperiodicada’ de la revista
La exposición es una chulada, yo estuve allí haciendo una crónica y me lo pasé muy bien. Hice algunas fotos, las dejo aquí, por si anima a alguno a ir: http://j.mp/lqmoO8
Merece la pena, saludos!
Ideaca: elijamos cinco diseñadores que trabajen por, para o desde Madrid. Que cada uno de esos señale a otros cinco (cómo máximo). Los 25 resultantes, a otros cinco. Así, hasta elaborar una especie de mapa relacional de los creadores y los estudios que trabajan el asunto de lo gráfico en la capital (y aledaños).
Eso es Cartográfica. Madrid Diseña. A los diseñadores que participan en la iniciativa se les pidió una selección de trabajos: el resultado final es una web y una sobria (pero prolija) exposición que permanecerá abierta en Matadero hasta el 5 de septiembre.
El asunto es una iniciativa de Di_Mad, la asociación de diseñadores de Madrid. Se han reunido alrededor de 600 nombres propios del diseño, lo que se ha traducido en más de 2.000 obras (logos, carteles, libros, fotos, infografías, ilustraciones…). Todas aparecen en la exposición. El nivel es, dado lo abundante y variado de las obras, irregular. Pero hay muchos, muchísimos trabajos de una brillantez que da envidia. La revista Experimenta editará un número especial con el catálogo.
Eso sí: Cartográfica no ha estado exenta de polémica. Resultó que las obras expuestas en la web podían recibir comentarios y votaciones, una especie de concurso de popularidad adolescente del que nadie había advertido. Algunos de los seleccionados se dieron de baja ante semejante detalle y otros pequeños caos organizativos.
Y yo… Bueno, como soy un tipo ingenuo, me hizo una ilusión bárbara que me señalaran con el dedito, y colaborar en la iniciativa. Fui a la exposición en Matadero. Descubrí que uno de mis carteles aparecía justo al lado de los creados por Isidro Ferrer para el CDN. Me hinché como un pavo, orgulloso de semejante compañía, y no pude evitar emitir glugluglugluglu durante un par de horas. Me echaron por escandaloso, claro.
Recuerden: hasta el 5 de septiembre. En esta noticia de Yorokobu podéis ver unos cuantos de los trabajos presentados.
En la próxima exposición que elija los diseñadores el pulpo Paul.
___________
Propuesta 2:
La 1ª de El MUNDO del 12 de julio es un desplegable, en que la primera y la última unidas, hacen la primera. La primera vez que les veo hacerlo. Si te interesa mostrarlo.. El Qué hace algo parecido pero no igual.
Vale, acepto que los tiempos avanzan que es una barbaridad, y que de ahora en unos años –¿cuántos? Ni idea– el olor a papel y tinta va a ser una cosa excepcional, un poco esnob, viejuna. Pero tengo la sensación de que lo impreso, en estos años de ocaso, nos va a dar unas cuantas alegrías.
Así, en los últimos tiempos ha nacido una enorme cantidad de pequeñas aventuras editoriales en forma de revista. Pueden ser iniciativas de lujo y desenfreno o ediciones casi artesanales, pero todas llegan a sus lectores cargadas de una mezcla de audacia, falta de prejuicios y ganas de estirar los límites de lo impreso.
Y de eso va De Zines: una sala grande llena de ejemplares de revistas. Alrededor de 400 títulos diferentes. Un paraíso de la innovación editorial. Un semillero de ideas originales. Una gozada para todo aquel que sienta una punzada de emoción e intriga cuando abre por primera vez una revista ansioso por descubrir las sorpresas encerradas en su interior.
Como dicen los comisarios, Roberto Vidal y Óscar Martín, en el texto que presenta la muestra, «[las publicaciones editadas en papel] han vuelto con fuerza, quizá como testigos activista de una relación más compleja entre el creador y el lector, llena de matices y posibilidades».
De Zines forma parte de «Inéditos 2010», y estará abierta en La Casa Encendida, en Madrid, hasta el 29 de agosto. Muy recomendable. En mi visista hice unas chapuceras (y aleatorias) fotos con el móvil. Aquí va una selección.
No hay comentarios aún