Como la semana pasada estuvo dominada informativamente por una foto, aquí va una cita del fotógrafo Ansel Adams, compuesta en Trepa, del Mestre Patau.

Una cita del fotógrafo Alberto García-Alix, compuesta en Journal.

[Se la leí a Mr. Garceche; la fuente original.]

Aunque sea noticia pasada, merece la pena dejar constancia: el diario Libération se marcó ayer una edición sin fotografías para celebrar, por un lado, el salón Paris Photo. Y, por otro, para reivindicar la importancia del fotoperiodismo.

Como escriben en el diario (traducido chez Google):

«Libération sumido en la oscuridad. Un impacto visual. Por primera vez en su historia, Libération aparece sin fotografías. En su lugar, una serie de marcos vacíos que crean un espacio de silencio bastante incómodo: es obvio, hay una falta de información, como si nos hubiéramos convertido en un periódico en silencio. Sin sonido, sin esta pequeña música interior que acompaña al ojo.»

No deja de ser una ocurrencia. Pero tiene impacto.

Al final, eso sí, una doble con todas las fotos en sus páginas. En plan «sepa usted lo que se ha perdido».

[Todo el diario en Maquetadores, de donde he tomado prestadas estas páginas]

Con cierto retraso, y a riesgo de llegar a la fiesta cuando ya se ha acabado el hielo, he empezado a colgar fotos de forma regular en Instagram. Qué quieren, me ha dado por ahí. Esa foto de arriba, con las 902 páginas al peso de la edición de septiembre del Vogue estadounidense, es de ayer.

Como ven, hay una nueva ventana abierta a tal efecto en la barra lateral de éste su blog de todos ustedes. Justo ahí, a la derecha.

La idea es centrarme sobre todo en el papel –letras bonitas, revistas que voy comprando, cosas antiguas que me encuentro– pero, en fin, una vez que te pones a instagramear todo es insagrameable. En resumen: también colgaré fotos de gatitos.

Comparando estas dos portadas he aprendido dos lecciones: a) entre dos imágenes casi iguales, gana la que está encuadrada con cierta osadía  y b) las composiciones desequilibradas tienen fuerza.

Pedro Madueño es, con toda seguridad, uno de los grandes de la fotografía periodística en España. Ejerce desde hace décadas en La Vanguardia, y es un maestro del reportaje, la foto política o el retrato.

Empezó su carrera en el diario Tele/eXprés, a los 15 años, y ha pasado por las redacciones de Mundo Diario, el Noticiero Universal, El Periódico, Interviú y Diario de Barcelona.

Publica en La Vanguardia desde 1983 y es, desde el año siguiente, el autor de la tradicional fotografía que reúne a todos los candidatos de las elecciones autonómicas (y municipales) en la jornada de reflexión.

De sus fotos, la que más recuerdo es la imagen aparentemente inocente con que se ilustró una de las primeras de periódico más metafóricamente refinadas.

Esta:

Contexto: en 2006, el Govern catalán estaba integrado por tres partidos: PSOE, ERC e ICV-EUA. Ese día, el President Maragall hizo pública la destitución de los seis consellers del segundo partido; el tripartito estaba roto. La imagen de las tres palomas en el balcón del Palau de la Generalitat, una de ellas levantando el vuelo, es un enfoque distinto y poético para una noticia que, por lo general, hubiera llevado la «obligatoria» imagen de políticos encorbatados o en rueda de prensa.

En sus palabras: «Soy de la opinión de que a los fotógrafos de prensa diaria nos pagan por hacer algo diferente, y por eso yo siempre persigo esa fotografía distinta. No la puedes conseguir cada día, porque la noticia es la que es, pero yo intento darle la vuelta y sacarle punta a la información.»

La portada:

El caso es que hay ahora mismo dos exposiciones sobre Mr. Madueño en Barcelona. En la el CaixaForum, Retratos periodísticos 1977-2012. En la Fundación Vila Casas, la exposición Seqüències resulta una selección más artística, menos pegada a la información, de sus retratos y obras más relevantes.

En las imagenes de abajo, Antoni Tàpies (1992), Eduardo Chillida (1997), Juan Carlos I (1997), Jordi Pujol (1997) y Jaume Plensa (2011). Arriba, José Hierro en 2000.

No hay demasiado que comentar.

La portada, completa, aquí.

Me paso la vida entre diseños. Si no es hojeando papel prensa o revistas, es vagando en una selva de jpgs interneteros. Hay mucho grafiquismo molón por ahí, y no quiero perdérmelo.

En ocasiones, pero en pocas ocasiones, me encuentro una imagen o un diseño que me sorprenden de verdad. Un punto de vista que no me espero. Algo realmente, y por primera vez, nuevo. Y da tanto gustito…

Algo como esta foto, por ejemplo.

[Fuente: Nas Capas. La imagen es la portada de un especial de la revista Lürzer’s Archive.]

O este es, efectivamente, el momento que mejor describe el partido de la Selección de ayer, o los que hacemos portadas hemos hecho el ridículo en vano  (y a coro).

Tengo un resto de farandulerismo aficionado, y los patios de butacas me emocionan. Siempre.

Por eso me han impresionado estas fotos de cines y teatros abandonados a lo largo de Estados Unidos. Todo muy lleno de oropel venido a menos. Los fotógrafos son Yves Marchand y Romain Meffre.

[No es nada nuevo, pero quería compartirlo…]