Skip to Content

CATEGORÍAS

Rediseños

El nuevo The Guardian es menos especial, pero igual de bueno

16 de enero de 2018

GUARDADO EN Periódicos, Rediseños

Diseñar es solucionar problemas. Un diseño es bueno si encuentra la solución más eficiente a los problemas planteados; un rediseño triunfa si, en el proceso, no rompe más cosas de las que arregla.

Desde ese punto de vista, el nuevo The Guardian es un éxito.

Todo esto viene a cuento porque el recién estrenado diseño de The Guardian es, en origen, la solución gráfica a un problema financiero: el periódico acumula años de enormes pérdidas, y reducir el formato de berlinés a tabloide (más la externalización de la imprenta) va a suponer un ahorro anual de millones de libras que podría asegurar la supervivencia de la empresa.

Y esa primera decisión de diseño, reducir para ahorrar, es el origen de un serie de problemas añadidos, de oportunidades sobrevenidas, de cambios diseñísticos inesperados.

Solo un poco de contexto previo: The Guardian es desde hace décadas un diario muy consciente de su personalidad gráfica. Los diseños de David Hillman (1988) y Mark Porter (2005), resultaron revolucionarios cada uno en su momento, y dotaron al periódico de una identidad y un modo de hacer únicos que no se diluyeron ni aun cuando, por pioneros, fueron imitados por todo el mundo. Con esos antecedentes, es lógica la expectación despertada por este nuevo Guardian Cosecha de 2018.

Centrémonos. Hay dos saltos muy evidentes. Una nueva cabecera en dos pisos que abandona el azul por el negro. Es un cambio trascendental, porque de un plumazo se carga toda la identidad gráfica (y hasta emocional) de la empresa.

¿Soluciona un problema? Creo que sí: no tengo claro que la antigua cabecera en negativo, majestuosa en su amplio palacio berlinés, funcionara constreñida en un pequeño pisito tabloide. Y la g minúscula como icono principal tampoco terminaba de cuajar. ¿Lo soluciona de forma óptima? Los dos pisos crean un espacio muy interesante para jugar con titulares secundarios, siluetas y llamadas… El director creativo del invento, Alex Breuer, destaca por la deconstrucción de sus portadas cuando la ocasión lo merece, así que tengo fe.

El segundo: una nueva letra que NO ES EGIPCIA. La tipografía que ha dominado el diario desde 2005 desaparece para dar paso a un nuevo tipo, Guardian Headline: comparte estructura con la anterior pero estiliza el contraste y los ángulos. Es nueva… pero de alguna manera familiar. No me esperaba el cambio porque Guardian Egypcian seguía resultando moderna, legible, fenomenal… Y, sin embargo, es una decisión que soluciona un problema: el formato más reducido requiere titulares de cuerpo más reducido en los que Guardian Egyptian no resultaba tan fenomenal.

Cosas: el nuevo diario es más pequeño (como ha quedado claro) pero más largo, y se divide en tres cuadernos diarios: News, Journal / Opinión y G2. Es todo bastante lógico, porque la opinión y el análisis tienen ahora un peso fundamental, y G2 (reportajes y cultura) era una seña de identidad importante. Sobre el color: en la nueva paleta, el azul oscuro pierde su papel principal en beneficio de un rojo energético y serio; hay pequeños toques de amarillo en la parte informativa, tramas suaves en opinión y un despliegue un poco excesivo de alegría y brillo en Deportes y G2. También en la web el color se ha contenido un poco.

Aparecen nuevos recursos gráficos (un cuádruple filete omnipresente le da coherencia al conjunto; nuevas burbujas para las citas y destacados, firmas con más presencia, capitulares para identificar los géneros periodísticos…) pero se mantiene una norma arquitectónica fundamental: los titulares «cuelgan» y tienen aire por debajo. Mantener ese rasgo ayuda a que, a pesar de todos los cambios de diseño y formato, el aspecto general del diario resulte familiar, más evolucionado que revolucionado.

Un aspecto que me atrae es que muchas de las dobles páginas se construyen con la libertad y la energía de las revistas: es la ventaja del formato reducido en la que un único tema puede ocupar toda la superficie de papel. No creo que haya otro diario en el mundo con la capacidad de diseñar a la vez tan libre y tan finamente; esa habilidad quedaba a veces diluida en el lienzo más amplio del formato berlinés.

Dicho lo anterior, lo cierto es que hay en otras páginas un ocasional exceso de diseño. El talento en el equipo gráfico The Guardian es evidente, y hay momentos en los que pareciera que se dejan llevar por el entusiasmo. Las páginas (sobre todo en G2 y Deportes) desbordan recursos, colores, flechas, filetes, tramas. Echo de menos algo de contención.

Por otro lado, me decepciona que  algunos de los aspectos del diseño me suenan a «ya visto». Por ejemplo: la apuesta por la tipografía egipcia supuso en su día un salto de originalidad genuino; creó tendencia. Los remates triangulares de Guardian Headline no son novedad, y siguen una moda ya vista en los últimos tiempos. El conjunto del diario tiene una energía brutal y está diseñado con maestría, pero no provoca la sensación inmediata de estar delante de un periódico diferente a los demás. Ese punto, que ya tenía ganado, tendrá que recuperarlo con el tiempo.

Con esas dos (importantes) salvedades, el nuevo The Guardian es un ejercicio de diseño admirable que augura tardes gráficas de gloria. Triunfa en tanto que «había un problema y lo hemos solucionado»: no es fácil cambiar el formato de un diario, y hacerlo con elegancia y amplitud de recursos, y sin dejar toda la personalidad de la cabecera en el intento. Me provoca admiración (y un poquito de envidia).

Volviendo al primer párrafo: un rediseño tiene éxito en tanto que no rompe más de lo que arregla. Así ha sido.

[Las imágenes están tomadas de la cuenta de Instagram de Chris Clarke, Deputy Creative Director de The Guardian. Importante: no he visto el diario en papel, solo en pantalla a través de PressReader. Eso que me pierdo.]

 

comentarios (6)

  1. 23 enero 2018 a las 18:19 | PERMALINK

    Estaría bien poner alguna portada y portadilla de la versión anterior. ¡Saludos!

  2. 29 junio 2018 a las 4:22 | PERMALINK

    Es una tendencia global que se ve en la mayoria de los grandes diarios un poco por cambios en los usuarios , tecnologias y lectores y sabiendo que a futuro el diario papel va a terminar por desaparecer.

  3. 17 julio 2018 a las 13:05 | PERMALINK

    A mi me parecen geniales los dos y que se podrían implementar las dos maneras genialmente durante muchísimo más tiempo, ya que no todos gozan de esto o no quieren simplemente digital

  4. 7 febrero 2021 a las 23:40 | PERMALINK

    Gracias por compartir, es clara la tendencia hoy 2121

  5. 12 febrero 2021 a las 8:16 | PERMALINK

    or better not to think about it ))
    http://ipmenreckcontsel.tk/chk/3

  6. 27 febrero 2021 a las 11:25 | PERMALINK

    (palimpsests). In the XIII-XV centuries in

 

La nueva Repubblica, limpieza moderna

23 de noviembre de 2017

GUARDADO EN Periódicos, Rediseños

El diario italiano La Repubblica acaba de lanzar un rediseño radical que limpia, ordena y pone al día unas páginas que tendían a lo abigarrado (los periódicos italianos tienen querencia por el barroquismo) y que empleaban una selección tipográfica tirando a retro.

Lo más llamativo de la nueva Repubblica es su navegación vertical, que le da al diseño una personalidad muy definida. En portada, esa verticalidad rompe la simetría de la página con una estrecha columna de salida que recoge la información secundaria (fecha, edición, precios, tiempo…). La Repubblica no es el primer diario con un fuerte elemento vertical en su primera página (el canadiense National Post, The Independent o Ara tienen desde hace tiempo cabeceras a 90º), pero me llama la atención cómo funciona gráficamente esa banda a la derecha: todo un espacio limpio que aligera el conjunto.

En realidad, por todas partes saltan elementos de diseño que gritan «soy moderno», y lo hacen con derecho, empezando por el blanco desequilibrado alrededor de la nueva cabecera (que, de lejos, es idéntica a la anterior; de cerca revela un minucioso meneo tipográfico).

También, las tres páginas individuales (Quarta Pagina, L’Altra Página, Terza Pagina) bautizadas con pereza, pero que están diseñadas con un elengante despliegue de tipografía, infografía e ilustración. Y, por supuesto, la nueva tipografía diseñada por Commercial Type –llamada Eugenio en homenaje a Eugenio Scalfari, fundador de diario–, clásica en su versión serif y ligeramente excéntrica en su versión sans.

En fin: el diseño (los filetes, las tramas de color, el estilo de la infografía o la presencia de la ilustración) está muy marcado por la personalidad de su autor, Francesco Franchi, que aplica en el diario esquemas gráficos ya ensayados en Robinson, el dominical cultural de La Repubblica o Super 8, un suplemento semanal dedicado a los reportajes. El director de arte del periódico, desde hace años, es Angelo Rinaldi.

Y aquí van unas cuantas páginas. Disfruten, porque está todo muy bien y muy limpio.











 

El rediseño de los suplementos de fin de semana de El País, en láminas

31 de octubre de 2016

GUARDADO EN Diegocentrismo, Periódicos, Rediseños

Este pasado fin de semana salió al quiosco el nuevo diseño de los suplementos de fin de semana de El País (el-diario-que-me-da-de-comer).

El Viajero, Babelia (que, además, cumplía años), Negocios e Ideas estrenaban un nuevo traje coordinado.

Una aclaración necesaria: no hemos trabajado en un rediseño radical. La estructura de los suplementos se mantiene básicamente tal cual. Lo que hemos intentado es dotar de una identidad coordinada a las cuatro publicaciones, unificar el menú tipográfico y las arquitecturas de página, y modernizar algunos recursos de maqueta.

Las tipografías pasan a ser las del resto del periódico, y exclusivamente esas: Majerit (en un peso que no se había usado hasta ahora, Majerit Banner); Clarendon, que aparece en la cabecera del periódico y que forma parte de su ADN, y Benton Sans, que resulta una tipografía bastante transparente, pero que se lee de maravilla en los textos secundarios.

Estructuralmente, hay rejillas de 8, 9 y 10 columnas. Por lo general, se prefiere la de cuatro columnas, más media columna para sumarios y pies de foto. Negocios está compuesto directamente en 5 columnas.

Todos los suplementos tienen un gran blanco entre el titular y el subtítulo. Ese recurso da coherencia a las páginas, incluso aunque las titulaciones sean diferentes. El mundo de los títulos lo domina Majerit Banner, de Mario Feliciano. Babelia tiene el guiño clásico de titular también en Clarendon Light.

En fin: ha sido un reto poner nueva cara a estos suplementos.

finde
finde2
finde3
finde4
finde5
finde6
finde7
finde8
finde9
finde10
finde11ok

finde12
finde13
finde14

 

comentarios (3)

  1. 31 octubre 2016 a las 10:49 | PERMALINK

    Enhorabuena por el trabajo bien hecho. Da gusto seguirte allá donde vayas.

  2. 31 octubre 2016 a las 18:28 | PERMALINK

    Enhorabuena, ha quedado genial.

    Me alegro especialmente por el rediseño de Ideas, me resultaba especialmente incómodo cómo había quedado su anterior iteración. Ahora da gusto.

  3. 4 noviembre 2016 a las 0:27 | PERMALINK

    Es gusto leer a diseñadores que comparten sus experiencias :)
    Un saludos con todo cariño y felicidades por tu trabajo.

El País se rediseña, recupera
las entradillas y se marca
un «regreso al futuro»

11 de mayo de 2015

GUARDADO EN Periódicos, Rediseños

ELPAIS2015mayo11_001

Lo que más me ha llamado la atención del nuevo diseño de El País es justamente lo que tiene de vuelta al pasado pre-rediseño-de-2007: las entradillas en negrita, la desaparición del friso en primera, el desorden orden de las secciones (¿Economía vuelve a estar detrás de Deportes?), la sección de opinión a tres páginas (con trampa: hay una nueva página inicial para abrir boca, un poco a la manera de El Mundo)…

Las entradillas venían a ser, junto con la Times New Roman, una de las principales características gráficas del diario desde su nacimiento en 1976. No sé hasta qué punto tiene sentido recuperarlas en un medio que dice ser «digital first» (y que, por eso mismo, desdeña un poco el papel). Me aventuro: diferencian bien las noticias del resto de los géneros periodísticos (obvio), dotan al diario de una identidad única y, en fin, sacian una evidente nostalgia de tiempos pretéritos.

En realidad, el nuevo El País es un viejo El País con retoques. No se buscaba la revolución, evidentemente. Sí se dan cambios de calado: la mencionada segunda página de opinión, la reorganización del ritmo de las secciones, el nuevo diseño de los suplementos o la desaparición de Domingo en beneficio de Ideas (que es un nombre más razonable para una sección en la web).

Detalles diseñiles: hay más colores en las secciones, nuevas columnas de opinión, cabeceras un poco más grandes… Majerit y Benton Sans pasan a ser las dos únicas tipografías generales, con algún detalle en Clarendon. Les diré que no soy demasiado partidario de Benton, y menos en los titulares de Deportes: le falta «gravitas», esa cualidad pedante que espero en un diario de referencia. Y no deja de sorprenderme la poca presencia de Clarendon, que podría jugar en El País el papel que ejerce Stymie en The New York Times (una tipografía con tremenda personalidad vinculada a la imagen de marca).

En cualquier caso, aceptando como buenos todo lo que ha cambiado en el diario (que ya es mucho aceptar), lamento constatar que el diseño de El País resulta antiguo, desprovisto de matices gráficos y, en definitiva, plano. Si cae en sus manos un ejemplar de The New York Times The Guardian (que son dos referencias obvias), o quizá de The Times o Politiken, comprobarán ustedes el cuidado extremo y la elegancia con que esos diarios diseñan cada detalle mínimo en sus páginas. Es ese nivel de perfección al que debería aspirar El País… pero no se acerca: blancos sin jerarquía, titulares microscópicos o desproporcionados, puestas en página carentes de toda sofisticación. Y no tengo claro hasta qué punto es un problema de prioridades (desde hace años, El País ha prestado una atención mínima a su aspecto, todo hay que decirlo), de presupuesto, de falta de tiempo o de criterio.

[Y Mr. Javier Errea tiene también una opinión sobre el rediseño: «Yo llamaría a esta puesta a punto de El País ‘rediseño paradójico’ o ‘al retrovisor’: una marcha atrás visual».]

ELPAIS2015mayo11_002 ELPAIS2015mayo11_003 ELPAIS2015mayo11_004 ELPAIS2015mayo11_005 ELPAIS2015mayo11_006

 

El nuevo diseño de Vogue México:
unas páginas

6 de mayo de 2015

GUARDADO EN Rediseños, Revistas

VOGUEMEXICO2015mayo001

Como no hay dos sin tres, ni trío sin cuarteto, aquí va el cuarto rediseño de mi etapa en Condé Nast México: la edición mexicana de Vogue, construida a base de Domaine Sans y Domaine Display (de Klim Type Foundry) y de Giro, un revival setentero creado por Andreu Balius. ¡Qué les guste!

VOGUEMEXICO2015mayo002 VOGUEMEXICO2015mayo003 VOGUEMEXICO2015mayo004 VOGUEMEXICO2015mayo005 VOGUEMEXICO2015mayo006 VOGUEMEXICO2015mayo007 VOGUEMEXICO2015mayo008 VOGUEMEXICO2015mayo009  VOGUEMEXICO2015mayo011 VOGUEMEXICO2015mayo012 VOGUEMEXICO2015mayo013 VOGUEMEXICO2015mayo014 VOGUEMEXICO2015mayo015

 

comentarios (1)

  1. 8 mayo 2015 a las 10:26 | PERMALINK

    Gran trabajo, me encanta las tipos utilizadas. En vogue y los repors lo que más me gusta. Saludos.

Vogue Paris y la tipografía retro

16 de febrero de 2015

GUARDADO EN Rediseños, Revistas, Tipografía

VOGUEFR2015febrero017

La edición francesa de la revista Vogue (editada por Condé Nast, que, como saben, es el-grupo-editorial-que-me-da-de-comer vía su rama de México) presentó en febrero un nuevo diseño que me ha llamado la atención. Es un despliegue simultáneo de elegancia y de exuberancia tipográfica.

La fuente principal es una versión display de Fleischman, todo sabor clásico y movimiento en los textos combinados de redonda, cursiva y negrita que son típicas de las revistas fashion. A su alrededor, un despliegue de letras llenas de ambiente setentero. Brillan espectaculares dos tipografías de Herb Lubalin y Tom Carnase: Busorama (1970), que da una personalidad única al diseño, y Fat Face (1970), para la sección de belleza. También Amelia (1965), en las páginas de moda, o Sackers, en joyas y reportajes. Y unas cuantas invitadas más en las páginas de cultura, en forma de capitular. Por ejemplo, P22 Albers.

En resumen: un jolgorio tipográfico muy de agradecer. Très chic.

VOGUEFR2015febrero016

VOGUEFR2015febrero001

VOGUEFR2015febrero002

VOGUEFR2015febrero003

VOGUEFR2015febrero004

VOGUEFR2015febrero005

VOGUEFR2015febrero006

VOGUEFR2015febrero007

VOGUEFR2015febrero008

VOGUEFR2015febrero009

VOGUEFR2015febrero010

VOGUEFR2015febrero011

VOGUEFR2015febrero012

VOGUEFR2015febrero013

VOGUEFR2015febrero014

VOGUEFR2015febrero015

 

comentarios (3)

  1. 17 octubre 2017 a las 16:19 | PERMALINK

    Es que en realidad parecería un tema tan falto de relevancia, hasta que necesitas saberlo. Cuando podría yo haber pensado que, muriendo 2017, buscaría como parte de un objetivo, cuáles sol las tipografías de Vogue? El estilo un día te alcanza y te devora.

  2. 20 octubre 2017 a las 5:54 | PERMALINK

    POR FAVOR POR FAVOR POR FAVOR CUAL ES EL VERDADERO FONT DE LAS LETRAS VOGUE Y EL Q USAN PARA LA PALABRA LOOK D LA FOTO UNO PLEASEEEEEEEEEEEE

  3. 20 octubre 2017 a las 5:56 | PERMALINK

    ESTE ES MI MAIL , LISEUROLIS@GMAIL.COM , MIL GRACIAS

El nuevo logo de Condé Nast Traveler

26 de diciembre de 2014

GUARDADO EN Portadas, Rediseños, Revistas

CNTRAVELER2015enero

La edición americana de la revista de viajes Condé Nast Traveler presenta en el número de enero un nuevo logotipo que sustituye al que ha encabezado la publicación durante sus 27 años de vida. Ha sido diseñado por Matt Willey, que hasta ahora era director de diseño de la revista, y que acaba de empezar como director de arte en The New York Times Magazine.

En palabras de Yolanda Guzmán, la Sra. Directora: «El nuestro es un negocio de palabras e imágenes, de nostalgia y anticipación, y siempre estamos pensando en formas de combinar esa dualidad, cómo llegar esa alquimia sutil que moldea cómo piensas y sientes acerca de un lugar. […] Somos una marca dedicada a los viajes que juega siempre entre lo excitantantemente nuevo y los placeres profundos de lo que ha sido probado y comprobado. Por eso nos pareció apropiado un logo que hiciera un guiño a lo tradicional y a lo moderno en la misma medida.»

Efectivamente, resulta más actual y a la vez un tanto «retro». Claro que lo retro es moderno, hoy en día.

Es tarea complicada juntar en la misma palabra, y de una forma gráficamente compacta, las gotas opuestas de la ‘r’ y de la ‘a’. La solución, que viene a ser un trabajo de orfebrería tipográfica, es hábil, rebuscada, curiosa. Por un lado, tiene tanta presencia corre el riesgo de llegar a su fecha de caducidad en pocos años. Por otro, desborda personalidad, y crea una marca muy reconocible en papel, en web… O en maletas, o lo que quieran vender.

Abajo, el «antes». Dos tipografías parecidas pero no iguales. Puf.

CONDENASTTRAVELER2014diciembre

Por cierto: les recomiendo echar un ojo a esta revista: su diseño es una obra muy, muy reseñable de contención, organización de contenidos, espectáculo y elegancia.

[ACTUALIZACIÓN: Brand New ha publicado una breve reseña del logo, y apunta que el autor es Henrik Kubel.]

 

Y Cambio 16 resucitó (como mensual)

27 de noviembre de 2014

GUARDADO EN Rediseños, Revistas

CAMBIO16_2014noviembre-2

La aventura de resucitar a una revista prácticamente zombie es azarosa, pero no creo que haya en España muchas cabeceras con un pedigrí comparable al de Cambio 16, o publicaciones cuya importancia histórica las hagan tan merecedoras de una nueva oportunidad.

Cambio (el 16 hacía referencia al número de socios fundadores, y se incluyó en la cabecera para hacer más digerible la palabra «cambio» a las autoridades franquistas) nació en 1971 y fue, entre secuestros preventivos y portadas polémicas, en el semanario más importante de la llegada a la democracia. Sustituyó a revistas que, como Triunfo, no sobrevivieron a la Transición.

Después de un lento y laaaaargo declinar, Cambio 16 llevaba ya muchos años sobreviviendo a duras penas sin apenas distribución ni presencia. Pero sobrevivía. Y ahora la empresa venezolana EIG se ha hecho con la propiedad, para relanzarla como como un mensual de actualidad 360º que rompe con el contenido anterior, más político, y que renueva totalmente su identidad y diseño. El nuevo lema es «De la Información al Análisis y del Análisis a la Inteligencia». Ahí es nada.

La nueva imagen, coordinada por la consultora Innovation, es obra de Antonio Marín Hervás. Gráficamente, apuesta por un estilo elegante, refinado, distante de la urgencia que se asocia a los semanarios de actualidad. La idea es una revista reflexiva, de tiro largo y contexto. En el menú tipográfico, dos letras de la fundición portuguesa DS Type: la extremadamente versátil Prumo (que abarca sin problemas los extremos delicado y enérgico) y Sólido, una letra de palo algo condensada, con infinidad de pesos y medidas. Con ellas se elaboran todas las páginas.

Como ven en los ejemplos de abajo, hay una apuesta muy interesante por la ilustración (con Javier Muñoz, autor de la portada, Raúl Arias y Augusto Costhanzo) y detalles de infografía estadística. También por las grandes aperturas muy en el estilo de los suplementos semanales de los periódicos: llenas de espectáculo. A mí la revista me resulta más atractiva justo en los temas de diseño más reposado («Petroleo, ganadores y perdedores», por ejemplo), en tanto que en otras páginas me distrae algo la pirotecnia diseñil. Pero el producto resulta gráficamente muy armado, y lleno de detalles y saltos de ritmo.

¿Funcionará en el quiosco? Para atraer a los lectores a comprar un semanario devenido en mensual resulta imprescindible ofrecer una calidad extra y un producto con mucha personalidad, que aguante fresco durante bastantes días. Cambio 16 tiene una marca histórica, y parece que una energía recuperada. A ello va.

 

El Mundo alineado a la izquierda

21 de octubre de 2014

GUARDADO EN Diseño, Opinión/Análisis, Periódicos, Rediseños

En los 25 años de vida que cumple este jueves, El Mundo ha contado con los que posiblemente son los mejores directores de arte en prensa de las últimas décadas en España: Carmelo Caderot y Rodrigo Sánchez, que han dado salida a innumerables páginas brillantes durante estos cinco lustros. Por premios y trayectoria, es indudablemente el periódico mejor diseñado de España (que adolece, cierto es, de cierta irregularidad en sus páginas, si me permiten meter un poco de presión)

Desde que Sánchez asumió la dirección de arte en febrero de este año, el aspecto del diario se ha renovado a pequeños saltos sin romper con la identidad gráfica anterior (tipográficamente invariable desde el cambio de 2009). El equipo de diseño ha ido incorporando en los últimos meses nuevos elementos, ha renovado las cabeceras y, sobre todo, ha adoptado un tono general mucho más dado al espectáculo y la sorpresa, con un desacomplejado uso de los blancos muy de agradecer. Es lo mejor de la renovación de los últimos meses: rompe con los corsés tradicionales de la prensa diaria (módulos, columnas) y ha presentado cada día apuestas de diseño radicales, sobre todo en la segunda mitad del periódico.

Así, el nuevo diseño del diario, que se presentó ayer en los quioscos, no resulta totalmente nuevo y, a pesar de algunos cambios drásticos, resulta más bien el remate de ese largo proceso. Eso no es un demérito, claro. Pero explica por qué los lectores, salvo los muy avisados, no se encontrarán un periódico muy diferente al de la semana anterior. La redacción buscaba una «evolución natural». Objetivo conseguido.

Después de hojear el diario a través de Orbyt (aquí no me llega en papel), les diré que El Mundo de hoy me parece mucho mejor que el de hace unos meses. Con un par de salvedades.

Me gusta la cabecera desplazada a la izquierda, una apuesta realmente nueva que diferenciará un poco las portadas de El País y El Mundo, prácticamente indistinguibles en los últimos años. También me parece un acierto volver a situar la frase del día bajo el logo: desde que se situó encima dejé de prestarle atención. Encuentro páginas, como siempre, llenas de sabiduría gráfica: el corte radical de las fotos de Josu Zabarte y Eduardo Punset, el juego de color del titular de Miley Cyrus o la doble página de Salman Rushdie, de una elegancia superior a la media.

Por otro lado, me agrada que el periódico se haga más sosegado, más de tiro largo, y elimine las negritas de sus titulares: Valencia sigue siendo la tipografía principal, pero con menos peso. Hay una mayor gama de despieces y frisos (algunos necesitan un pulido: las bolas con cifras no terminan de ajustarse), lo que siempre es positivo, y las cabeceras del suplemento de Deportes, la sección de Madrid y, sobre todo, EM2, tienen un tratamiento a lo grande gracias a su tamaño, en el primer caso, o a un uso inteligente del espacio en blanco. Por cierto que EM2, la segunda parte arrevistada del diario, se potencia con todo el contenido de sociedad, cultura, ciencia…

En el capítulo de salvedades, no he podido evitar decepcionarme con algunos cambios (soy así de quisquilloso). Ya me he acostumbrado a las fotos viradas a duotono en la sección de economía, una extravagancia que ya forma parte de la personalidad del diario, pero no me termina de convencer el tono azul corporativo que se ha expandido hasta sustituir al verde tradicional del logotipo creado por Cruz Novillo. Tampoco entiendo la última página, que se convierte en una especie de bocadillo de cinco pisos en el que el color de la publicidad se merienda la tira de Gallego y Rey, y observo algunas inconsistencias en los titulares, que al bajar de peso acaban engullidos por la página cuando aparecen en cuerpos pequeños. Asumo que este es un detalle menor que se solucionará conforme se vaya rodando el diseño.

Por encima de todo, creo que no funciona la aparición de la tipografía Knockout como segundo peso de palo seco para subtítulos, apoyos y deportes. Es una de las familias fetiche del director de Arte, que ya la usó intensivamente en el suplemento La Luna hace años, y resulta deslumbrante en cuerpos grandes y potentes. Pero resulta algo débil en cuerpo de texto (de hecho, no tiene cursivas) y cuando aparece en los subtítulos su constitución algo estrecha choca con la mucho más redondeada Valencia. Quizá sea una cuestión de interlineado excesivo, no lo sé. En fin.

El caso es que, por ir cerrando, la evolución gráfica de El Mundo está llegando a un afortunado punto intermedio entre la disciplina del diario y la sorpresa de la revista, y el rediseño presentado el lunes es a la vez el remate final de un proceso iniciado hace meses y el inicio de un diseño asentado y sólido al que le esperan muchos días de gloria.

Así lo cuenta el periódico. Así lo analiza Hermino Javier Fernández en el Facebook de Cuatrotipos.

Y unas páginas:

 

La web de El País estrena un diseño que se parece a, ejem, El País

1 de octubre de 2014

GUARDADO EN Periódicos, Rediseños, Web

elpaisweb

No soy un experto en diseño web, así que mi análisis del rediseño estrenado hoy por El País no va a ser demasiado profundo, más estético que técnico.

Además de la integración de la web de noticias científicas Materia, que es amiga de esta casa y por cuya felicidad periodística doy palmas con las orejas, me han llamado la atención dos detalles.

El primero, que el nuevo diseño es más sobrio, con una paleta de colores, digamos, limitada (por no decir casi inexistente): mucho gris, y algún toque de azul… No lo digo como una crítica: no sé ustedes, pero yo acabo saturado de periódicos llenos de color y letras grandotas en los que todo grita compitiendo por mi atención.

Lo segundo: por fin aparece Majerit, la tipografía de los titulares del periódico impreso, en la web. Nunca he entendido por qué cuando los medios impresos saltan a la internete olvidan su identidad gráfica de papel. Antes no había web fonts, pero ahora… No se trata de que entre tinta y píxel haya que elegir un campeón, pero sí de que estén coordinados. Un universo gráfico coherente en papel, ordenador, móvil y tableta construye marca, y para los lectores supone la experiencia de entrar en espacios reconocibles. Los lectores tendemos a buscar referencias conocidas para sentirnos a gusto. Ejemplos: todas las aplicaciones o papeles que salen de publicaciones como The New York Times, The Guardian o The New Yorker viven en un mismo planeta estético (cada medio en el suyo, no crean), y eso funciona.

Quizá el detalle chungo que más me llama la atención en la prensa peninsular es el de El Mundo, cuyas marcas de papel y web son diferentes por razones que no puedo adivinar. Una pena: el planeta verde diseñado por Cruz Novillo es ya un icono de periodismo, y el pequeño planeta de la web es completamente prescindible.

Lo de la imagen coherente entre pixel y papel me lleva a otra reflexión bastante tonta (y lógica): para que haya una identidad compartida tiene que haber una identidad.

The New York Times tiene en las tipografías CheltenhamBeton ExtraBold Karnak y Stymie un marco fijo que se expande de su suplemento dominical a las cabeceras de sus blogs. Por su parte, The New Yorker lanzó hace unos meses una versión refinada y más flexible de la tipografía que ha acompañado sus páginas desde su lanzamiento a principios de siglo XX. Y puede que el dinero que The Guardian pagó a Christian Schwartz, Paul Barnes y cía por la letra que lleva su nombre haya sido la inversión más rentable de la historia de la tipografía: todo lo que toca huele a The Guardian.

Así, no tengo claro que ahora mismo El País, incluso con el refinamiento que ha llevado a cabo en su nueva web, tenga una identidad clara que compartir. Dicen que hay un rediseño impreso en camino, y quizá eso suponga un alivio al caos de tipografías y cabeceras de la marca. Yo, como soy un tipo osado, y porque además vivo en lejanas tierras, me lanzo a hacer una propuesta: teniendo en su cabecera una tipografía con tanta personalidad como la Clarendon, encargaría unos cuantos pesos modernizados a una fundición de postín y me lanzaría a identificar todos los productos con ella. Lo mismo funciona.

 

comentarios (3)

  1. 1 octubre 2014 a las 23:19 | PERMALINK

    Me parece muy acertado tu análisis. Pero tengo que hacerte una pequeña rectificación: non son «tipografías», son fuentes o familias tipográficas.

  2. 12 octubre 2014 a las 10:16 | PERMALINK

    Una precisión: la tipo complementaria del NYT no es Beton, sino un redibujo de Stymie.

    http://6thfloor.blogs.nytimes.com/2011/05/03/the-making-of-a-cover/

    Saludos, desde Santiago, Chile.

  3. 12 octubre 2014 a las 17:43 | PERMALINK

    Tienes toda la razón. Metedura de pata.

    Las egipcias del Times son Stymie y Karnak.

    El Times usa tipos clásicos redibujados por Matthew Carter: Cheltenham, Karnak, Stymie, Frankin…

    http://fontsinuse.com/uses/3907/the-new-york-times-article-redesign-may-2013